Todos los que nos dedicamos al trabajo creativo sabemos que siempre hay que estar predispuestos al cambio. No podemos dar nada por hecho, y es mejor estar preparados para nuevos retos, porque la vida nos brinda oportunidades que a menudo no esperábamos.
En mis primeros años en el mundo laboral, me dediqué a explorar el diseño gráfico y su infinidad de aplicaciones: branding, diseño editorial, anuncios digitales, multimedia, packaging, moda y textil, eventos, entre otros. Sin embargo, tras cuatro años desarrollándome en este ámbito, descubrí otro lado del diseño que me pareció más actual y relevante: el diseño de UX/UI.
El diseño de experiencia de usuario hizo que mi carrera profesional diera un giro vertiginoso. Me enfoqué en crear productos que ayudaran a las personas a sentirse cómodas en la era digital, productos fáciles de comprender y verdaderamente útiles.
Han pasado seis meses desde que di este salto, y estos son los consejos que me daría a mí misma si pudiera volver atrás:
1. Reconoce las similitudes y transfórmalas en ventajas
El diseño gráfico tiene mucho más en común con el diseño de UX/UI de lo que podría parecer a simple vista. Ambos comparten una base: la comunicación visual. La diferencia clave radica en la intencionalidad. En el diseño gráfico, la estética suele ser el enfoque principal, mientras que, en UX/UI, las decisiones no solo deben hacer que un producto se vea bien, sino también que funcione bien.
2. Aprende sobre investigación de usuario
Uno de los mayores cambios que debe afrontar un diseñador gráfico cuando comienza en UX/UI es aprender a centrar todos los proyectos en el usuario y sus necesidades. El diseño de UX/UI tiene como objetivo resolver problemas reales, por lo que es esencial familiarizarse con herramientas y sistemas que permitan entender esos problemas, como el design thinking, las encuestas o los mapas de empatía.
3. Cambia tu mentalidad: de “artista” a “solucionador de problemas”
En el diseño gráfico, el objetivo principal suele ser causar impacto visual a través de la estética. En el diseño de UX/UI, en cambio, debes priorizar la funcionalidad y la intuición, siempre pensando en la experiencia del usuario. Este cambio de mentalidad puede ser uno de los retos más difíciles, pero si tu propósito es realmente ayudar a las personas a interactuar mejor con la tecnología, lograrás centrar tus proyectos en la usabilidad.
4. No tengas miedo de pedir ayuda
Como alguien dijo alguna vez: “nadie nace sabiendo”. Es fundamental rodearte de personas que formen parte de la comunidad de diseñadores de UX/UI. No temas ser el “nuevo” ni cometer errores. Todos los que hoy son expertos también tuvieron sus primeras veces. Aceptar tus equivocaciones es aceptar tu humanidad, y eso es exactamente de lo que trata nuestra profesión: ayudar a las personas.
Dar el salto de diseñadora gráfica a diseñadora de UX/UI ha sido uno de los cambios más emocionantes y desafiantes de mi carrera. Este proceso me ha enseñado la importancia de adaptarse, aprender continuamente y, sobre todo, mantener el enfoque en las personas.
Si como yo, tú también estás pasando por este cambio, recuerda que para crecer hay que atreverse a dar un primer paso. No tengas miedo de explorar nuevas rutas, a veces las oportunidades vienen de los lugares más inesperados.
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